Más aún con las informaciones que se están recopilando del empresariado que todas las ventas están paralizadas. Pero no por el consumo sino porque prefieren no vender, ante la posibilidad que no se pueda reponer el producto.
Esta tendencia está afectando hasta a los productos más singulares. Algunos comentan que no se puede comprar ni una bolsa de alimentos para animales porque prefieren no vender y otros indican que las ventas de los automóviles en algunas concesionarias están paralizadas o ya están remarcando nuevos valores.
]]>